En el corto período desde que publicarón el Disco a finales de 2008, “Canção ao Lado” (Canción al Lado) ha sido un suceso y ha estado en los primeros puestos de las lista llegando a ser disco de Platino en Portugal
El secreto de su éxito se debe seguramente a la forma exuberante que se presentan al publico en performances a veces divertidas y por otras suaves y dulces, con melancólicas melodias de guitarra, con referencias ligadas al Fado y otras distintas musicales tradicionales. Las canciones cuentan vivencias – siempre explicadas por la dinâmica y carismática cantante, Ana Bacalhau (que significa Ana Bacalau) que dá vida a las historias de Deolinda.
Las 14 canciones del disco son construídas alrededor de esta jovén mujer que vive com sus gatos y su carpa dorada en un piso en Lisboa, donde mira por su ventana el mundo que la rodea. Deolinda y las personajes de sus historias fueron inventadas por Pedro da Silva Martins, escritor y guitarista, y son tocadas por Luís José Martins, guitarra, ukelele, cavaquinho (pequeña guitarra portuguesa) y viola, y com Zé Pedro Leitão con su contrabajo que trae un sonido clásico y de jazz a su música..
El proyeto de Deolinda empezó en 2006, inspirado por enorme éxito de Mariza, el fenomeno que puso Portugal y el Fado en el mapa international. Los músicos de Deolinda surgen de varios proyectos musicales y Ana Bacalhau es una cantante que viene del mundo del Jazz. Pedro da Silva Martins empezó componiendo 2 temas acerca de Deolinda pero cuando sus amigos le pidieron más compuso hasta 14 que se convieriteron en el primer disco de la banda.
El album titulado "Canção ao lado" hace referencia a la influencia de estilos musicales familiares como el fado, la morna caboverdiana y la música brasileña. El dulce ’Não sei falar de amor’ (No sé hablar de amor) conecta con Brasil, “un recordatorio de que no podemos escapar de Elis Regina y Chico Buarque, etc.” dice Ana. ‘Clandestino’ recrea la atmósfera del Viejo Portugal bajo la dictadura de Salazar, antes de la revolución. “Trata sobre una pareja; la mujer ha sido perseguida por la policía y no sabe si su amante volverá esa noche o no. Él regresa, trayendo un regalo para ella y para su bebé, pero la policía llega. Ella canta “Le besé y tomé en mis brazos …” La canción queda inacabada, podría fácilmente tratar del tema universal del amor prohibido, explica Ana.
El fado se respira en todo el repertorio pese a que Deolinda no es un grupo de fado per se. Sus temas son menos añejos pero igualmente adornados por dulces armonías de guitarra. En ellos no imperan los sentimientos introspectivos del fado, marcando una diferencia respecto a la estética del Fado. Ana viste trajes estampados y coloridos, inspirados en las tradiciones folklóricas portuguesas, que combinan con su música, y con el tejido de influencias que van desde la tradición ancestral hasta la música pop.
El fado se canta desde el corazón y está inevitablemente ligado a la ‘Saudade’, la nostalgia subyacente que inspira sus canciones. ’O fado não é mau’ (el Fado no es malo) es un irresistible debate íntimo en cual Ana nos expresa su ambivalente relación con la desbordante melancolía del fado. Jura que nunca lo cantará porque “corrompe el alma con demonios”, pero luego admite, “Sin fado y sin amor, ¿qué queda?
Otras canciones se convierten en vehículos que expresan comentarios sobre la cultura y el estilo de vida portugués, incluyendo la irónica y jocosa ’Movimento perpétuo associativo’, una broma sobre la identidad nacional portuguesa. Un fan recientemente llegó a organizar una petición en internet para convertirla en el ritmo nacional portugués. En palabras de Ana: “Queremos cambiar las cosas y hacer la revolución, pero la hora de la verdad, inventamos excusas y no pasa nada.”